El vil atentado perpetrado el sábado 27 de enero contra las instalaciones de la estación San José de la Policía en Barranquilla, cobró vidas humanas y animales. Interrumpió la serenidad de la mañana dejando una estela de sangre y mucho horror.

A este atentado criminal sobrevivió ‘Steve’, un canino que llegó a las calles del barrio en diciembre de 2015. Su llegada fue en buenas condiciones. Limpio. Llegó cachorro, persiguiendo a María Alejandra, una vecina del sector.

Se albergó en la terraza de la casa de ella, donde era alimentado y cuidado. Otros vecinos de la cuadra, Yuli García y su esposo, lo bañaban. Se perdía a ratos persiguiendo perritas en celo.

Regresaba herido tras pelear con otros machos por la posesión de la perrita. La abuela de María Alejandra curaba sus heridas y se propusieron castrarlo, pero no les alcanzó el tiempo.  

‘Steve’ permanecía en la terraza de la familia Manjarrés Roca, acompañaba a María Alejandra a la tienda. Luego se alejaba a caminar las calles vecinas, regresando, puntual, a las horas de la comida. Poco a poco los vecinos y los policías fueron encariñándose con él. Así, ‘Steve’ se convirtió en un habitante más del sector.

La explosión del sábado último no lo mató, pero si le hizo daño. Perdió la audición y sufrió una lesión en su hígado. Exámenes de laboratorio determinaron la presencia de hemoparásitos, que de no atacarse, pueden ocasionarle la muerte.

‘Steve’ fue rescatado de la dantesca escena por la animalista Pinky Carrillo, quien está requiriendo apoyo económico para que el can continúe esquivando la muerte. Aunque algunos medios han asegurado que se encuentra fuera de peligro, no es así. Necesita atención veterinaria.

Las personas interesadas en colaborar con su caso, pueden hacer consignaciones en la cuenta de ahorros No. 40107052738 de Bancolombia.